Ramery Rivera
Una sobreviviente agradecida.
ENTREVISTAS
Versátil Magazine
8/10/20252 min read









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Por Amaxy Moreno. Fotos Roberto Valbuena Graphic. Localidad Don Rafa Boutique Hotel & Residences
Esta empresaria y agente de seguros enfrentó un diagnóstico inesperado: cáncer de útero con metástasis al sistema linfático. Tenía 39 años, una vida familiar activa y una carrera profesional en ascenso. "Fue realmente un diagnóstico completamente inesperado", recuerda. La señal llegó en medio de una misa, cuando un fuerte dolor en la pierna la hizo recordar una cita médica pendiente: "Escuché una voz que me decía: 'La prueba del Pap”.
Ese llamado fue determinante. A pesar de estar a punto de cancelar la cita, su madre insistió y, gracias a ello, se confirmó el diagnóstico. "Ahí comenzó esta batalla por la vida", afirma. El proceso incluyó múltiples tratamientos con un equipo médico en el que confió plenamente. "No cuestioné. Me puse en manos de Dios y de mis médicos".
Para Rivera, el aspecto más difícil fue la lucha mental. "La mente muchas veces te traiciona", reflexiona. A quienes enfrentan el cáncer, les recuerda que tener miedo es humano. Su fe fue su motor: "Cada vez que comulgaba, sentía que el Señor estaba dentro de mí, sanando cada célula".


El apoyo de su familia también fue crucial. Su esposo, médico de profesión, fue enfermero, cuidador y fuente de fortaleza. Sus hijos, aun pequeños, ofrecían amor incondicional. "Mi hijo mayor me preguntó: '¿A qué le temes?' Le dije: 'A morir'. Y él me respondió: 'Toda la vida me has dicho que estar ante la presencia de Dios es el momento más hermoso".
Hoy, tras 14 años, vive con gratitud y con una lección clara: "No eres un diagnóstico. La vida es frágil. Disfrútala y valóralo todo, especialmente aquello que no tiene precio: el amor, la fe y la familia".