VIH en 2025

Avances científicos y desafíos sociales.

SALUD

Versátil Magazine

12/12/20253 min read

El Programa Ryan White en Estados Unidos sigue siendo un ejemplo de cómo los avances científicos se traducen en impacto social: garantiza tratamiento, apoyo psicosocial y acceso a medicamentos para personas sin seguro, demostrando que la inversión sostenida salva vidas y reduce desigualdades.

Paradójicamente, mientras se desarrollaron vacunas efectivas contra el COVID-19 en menos de un año, una cura definitiva para el VIH sigue siendo esquiva, y los tratamientos de por vida generan enormes ganancias para la industria farmacéutica, un contraste que invita a reflexionar sobre prioridades y recursos.

Por Nedda S. Perales Martin

A nivel mundial, alrededor de 40 millones de personas viven con VIH en 2025, mientras que las nuevas infecciones y muertes relacionadas con el SIDA han disminuido en más del 50 % desde su pico en los años 90.

Según estadísticas de octubre 2025 del Departamento de Salud, en Puerto Rico se estima que más de 20,000 personas viven con VIH/SIDA y, aunque los nuevos contagios y muertes han disminuido en los últimos años, hay personas que aún desconocen su diagnóstico, lo que subraya la importancia de la detección temprana y el acceso continuo a tratamiento y prevención.

La situación del VIH en 2025 refleja una evolución notable: de ser una enfermedad casi letal en los años 80 hoy se ha transformado en una afección crónica manejable gracias a los avances en tratamiento antirretroviral, profilaxis preexposición (PrEP) y programas integrales de atención. A nivel global, unas 40 millones de personas viven con el virus, y las nuevas infecciones y muertes relacionadas con el SIDA han disminuido significativamente. Este progreso demuestra que la combinación de ciencia, políticas de salud y educación puede cambiar el curso de una epidemia histórica. Aun así, persisten desafíos críticos. Este año, uno de los mayores riesgos identificados es la drástica reducción de la financiación internacional destinada a la lucha contra el VIH. Los recortes en programas de prevención, diagnóstico y acceso a medicamentos amenazan con revertir años de avances, especialmente en países de ingresos bajos y medios, aumentando potencialmente nuevas infecciones y muertes.

En Puerto Rico, el VIH todavía es casi un tabú, a diferencia de otros lugares donde se aborda como una enfermedad crónica más. El estigma social desalienta el diagnóstico temprano y limita la adherencia al tratamiento. Por eso, el Día Mundial del Sida no solo recuerda cifras o avances médicos, sino que nos invita a reconocer la evolución de la ciencia, hablar con normalidad del VIH y exigir acceso equitativo a la salud, porque los avances solo tienen sentido cuando la sociedad progresa al mismo ritmo que la ciencia.