Noriet Burgos y Aurora Ñeco

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Por Amaxy Moreno. Fotos Roberto Valbuena Graphic. Localidad Don Rafa Boutique Hotel & Residences

Aurora Ñeco es una niña de tres años diagnosticada en marzo de 2024 con leucemia promielocítica aguda, una afección poco común en pacientes pediátricos. "Todo comenzó con pequeños síntomas que parecían inofensivos, pero algo en mí sabía que no estaban bien", recuerda Noriet, su mamá. Tras una biopsia, se confirmó que el 85 % de la médula de Aurora estaba comprometida. El golpe emocional fue devastador. "Como madre, no quería creerlo. Uno nunca se imagina que va a pasar por esto", confiesa.

Noriet dejo su empleo y se entregó por completo al cuidado de Aurora durante un intenso tratamiento que las mantuvo en el hospital por casi un año. Su ancla fue la fe:

"Me aferré a papito Dios. Sabia que Él me la iba a sanar". En mayo, Aurora entró en remisión, pero el proceso no fue fácil. Noriet tuvo que separarse de su otro hijo, a quien solo veía los fines de semana. "Fue difícil, pero mi hija me necesitaba más", afirma. El apoyo de organizaciones como la Sociedad Americana contra el Cáncer de Puerto Rico y la Fundación CAP fue vital. "Recibimos ayuda económica, donaciones, oraciones ... Estoy inmensamente agradecida”.

Hoy, Aurora sigue sonriendo, y esa sonrisa fue el motor de su familia. "Ella nos enseñó a ser fuertes", dice Noriet. Entre las lecciones más grandes que le deja esta etapa, resalta: "Un trabajo no te define. Lo que importa es la salud, los hijos, la familia. Y siempre, siempre, escuchen su intuición".

Gracias, Noriet, por compartir una historia de fe, coraje y amor sin condiciones.