El Día del Padre… para esos que realmente lo son.

Lo importante no es el ADN, sino el compromiso.

Versátil Magazine

6/16/20252 min read

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Por Sara Pastor.

Al hablar del típico papá de comercial de perfume, ese señor perfecto, con voz grave, corbata impecable y capacidad sobrehumana para arreglarlo todo con una mirada amable. No. Hoy celebramos a los que realmente se ganan el título de padre con sudor, amor, paciencia… y a veces una playlist de reguetón para sobrevivir la paternidad moderna.

Porque padre no es el que engendra, sino el que cría. El que se levanta a las 3 de la mañana porque alguien tuvo una pesadilla. El que improvisa cuentos, el que espera medio dormido para buscarte de una fiesta y el que dice que los superhéroes lavan los platos. El que acompaña, enseña, sostiene y, cuando hace falta, también cambia pañales, juega a la princesa y escucha sin juzgar. Y el que te dice que no.

Un padre puede tener muchas formas

Biológico, adoptivo, abuelo, tío, padrastro, pareja de mamá… Lo importante no es el ADN, sino el compromiso. Porque criar no es un acto de presencia ocasional, es un trabajo de todos los días, sin aplausos, pero con recompensas que no caben en ningún regalo.

También para mí, las madres que crían solas no son "padres", son mujeres extraordinarias que abarcan todas las necesidades posibles para que a sus hijos no les falte amor, cuidado ni guía. Ellas no asumen un rol ajeno, simplemente multiplican el suyo con una fuerza que merece su propio homenaje (y muchos descansos).

El Día del Padre celebramos a quienes eligen estar, sin importar cómo llegaron a ese rol. A los que acompañan de verdad, a los que educan con el ejemplo, a los que piden perdón cuando se equivocan y abrazan cuando no hay palabras.

Porque sí, padre no es el que pone el apellido, sino el que se queda a enseñar a decirlo. Y por suerte, de esos padres hay muchos más de los que el estereotipo nos hizo creer.